El proyecto se ubica en la sexta sección, una conocida zona residencial de la Ciudad de Mendoza que cuenta con una amplia y completa infraestructura de servicios.
Se trata de un conjunto habitacional de tan solo 10 departamentos amplios, construidos en un terreno de 1020 m2. Su fachada de 24 metros le otorga al complejo categoría permitiendo que el mismo se luzca y destaque entre las demás construcciones. La decisión proyectual de dejar un 50% de espacio libre genera una propuesta de calidad ambiental que considera la preservación de espacios verdes para uso común.
Las unidades cuentan con amplias ventanas con sus aberturas fabricadas en carpintería de aluminio y doble vidrio para lograr aislación térmica y aislación sonora.
Las tres caras libres internas al complejo permiten una circulación abierta y mejoran la interacción entre las unidades habitacionales con las superficies parquizadas creando patios verdes y de luz que se integran a lo largo del complejo.
Todos los departamentos cuentan con cochera propia y cubierta por las losas de las unidades en planta alta. El espacio para estacionamiento está así integrado a la arquitectura misma del complejo generando a la vista un todo, una arquitectura única y fusionada.
Finalmente, el proyecto tuvo en cuenta las necesidades de las sociedades actuales, previendo espacio para contemplar a futuro la posibilidad de construir una piscina y solárium para esparcimiento.